El canal del diablito (Canal 13)

Según supe por ahí, comenzó a regir la ley de subcontratación y cambiaron los marcos laborales para cerca de un millón y medio de trabajadores. Me parece excelente que la cancha se nivele, así como que deberían equipararse los sueldos de los trabajadores de planta con los externos.
A propósito de esta diferencia, les tengo una primicia: a partir del 1 de febrero de 2007, los únicos que podrán ingresar a las dependencias es la Corporación de Televisión de la Pontificia Universidad Católica (Canal 13) serán los empleados de planta. El resto, por la puerta trasera.
¿No me creen? Un extracto:
A.2) EMPRESAS EXTERNAS, CONTRATISTAS Y SIMILARES: El ingreso y salida de empleados de las empresas externas, contratistas de obra y similares, será como sigue:
De lunes a sábado, de 07:00 a 22:30 Hrs., el ingreso y salida será exclusivamente por la Puerta del Cerro.
De lunes a sábado, de 22:31 a 06:59 Hrs. el ingreso y salida podrá efectuarse por el Acceso Principal, mampara oriente de Recepción
Los domingos y festivos, todo el día, el ingreso y salida podrá efectuarse por el Acceso Principal, mampara oriente de Recepción.
¿Qué opinará el Arzobispo de Santiago de esta arbitrariedad?, ¿dónde quedaron los principios cristianos del Canal 13?, ¿acaso los valores laborales se fueron con las de las teleseries?, ¿dónde está la inspección del trabajo?
Pregunto yo...
Espero sus comentarios de esta situación.
Saludos a todos,
3 Comments:
Terrible lo encuentro, ¿cuál es la idea de discriminar?
En otras empresas sé que los "externos" no pueden ir a almorzar con los contratados porque "llenan el casino"...
En fin.
¡Saludos!
Realmente una forma mas demostrando lo hipocritas que somos los catolicos... es una lastima.
Oye Roro:
Un consejo, no te mastes trabajando, te hace mal.
Pero de que se extrañan. Si todos sabemos que a estos señores del canal 13 de la "Pontificia" Universidad Católica de Chile" "les gusta predicar con el miembro en la mano"
Para ellos nuestro Señor jesús está presente en todo lugar menos cuando se trata de administrar sus intereses.
El consuelo que me queda es que más temprano que tarde deberán enfrentar la inmaculada faz de Dios y explicar su inmundo doble estandar de lobos con piel de oveja.
Viva Monseñor Raúl Silva Henríquez, el único representante de la infame superestructura de la iglesia que se atrevió a anteponer los mandamientos a la ambición del clero.
Un ferviente súbdito de Jesús
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