Irresponsabilidad y estallido social

Imposible abstraerse del TRANSFRACASO.

Una de mis frases preferidas (hasta ahora no copiada) es que “las acciones individuales tienen siempre consecuencias colectivas”, y ahora cobra cada día más validez.

Hoy la presidente salió al cruce de la derecha para tratarlos de irresponsables por mencionar la posibilidad de un estallido social. Sin embargo, los dichos de Bachelet no estuvieron a la altura de la situación: "se requiere responsabilidad y prudencia. Yo nunca le voy a mentir a la ciudadanía. Yo me he hecho cargo de los problemas y lo que la gente espera que los actores políticos de este país sean capaces de ponerse de acuerdo, de colaborar sensatamente, y no de actuar generando alarma pública, actitud que nos hizo tanto daño en el pasado".

Pero primero veamos la realidad… desde ya es posible anticipar que estallidos sociales van a ocurrir, aunque sea un irresponsable por decirlo.

Bachelet está ante un dilema bastante incómodo.

Si no se le entregan los US$ 290 millones, subirán las tarifas. Es un hecho que los paraderos y buses se convertirán en carbón apenas se suba el precio, pero lo peor ocurrirá cuando el alza no sea de $10, $20 ó $30, sino que a más de $500 (actualmente está en $380). La destrucción de bienes es parte del desastre, al que se agregará destrucción del empleo y las cosas entonces podrían ponerse muy oscuras. ¿Cuál es la base de tan negativo pronóstico? La violencia registrada durante las protestas de los primeros días del Transantiago, el día del joven delincuente (ex combatiente) y 1 de mayo asegura que los ánimos están muy caldeados y que la frustración acumulada está en niveles peligrosos.

Si se entregan los US$ 290 millones al Administrador Financiero del Transantiago (AFT), TODOS los sectores económicos estarán en derecho para exigir por la razón o la fuerza que se subsidien sus actividades, puesto que el AFT es un consorcio privado de bancos que han tenido excelentes rentabilidades. Entonces tendremos movilizaciones de pescadores, ex mineros carboníferos, profesores, médicos y un muuuuuuuuy largo etcétera.

Por otra parte, estatizar el TRANSFRACASO, es casi inviable. Pienso que no sólo es inconstitucional por el rol subsidiario del Estado (si algún abogado opina lo contrario, se aceptan correcciones), sino que es una pésima señal para los inversionistas locales y extranjeros que nos acercaría peligrosamente al estilo argentino (y cubano, venezolano y boliviano) de hacer política: “si no funcionan, los estatizo”.

Si bien el factor tecnológico es importante en este caos, hay que recordar que Sonda reemplazó a NEC como operador tecnológico. ¿Por qué se fue NEC? Si alguien sabe, que hable.

Hoy Bachelet dijo a los operadores “el tiempo se les acabó”. OK, ¿Qué ocurrirá?, parece que nada. Aunque no precisó lo que pasará, es evidente que se vienen muchos más problemas de los que hemos visto.

Definitivamente estamos en días de definición. La derecha tiene que moderarse, el gobierno tiene que reaccionar y dejar a un lado la soberbia y aceptar la ayuda de todos. “Yolanda Cachando” –como la bautizó el The Clinic– debe terminar de indignarse sin actuar.

Se acabó el tiempo… de hablar sin hacer.

(Participa en esta encuesta "¿Se debe o no estatizar el Transantiago?, vota aquí)

Saludos a todos,