Tensión en Nueva Granada

El bombardeo perpetrado por Colombia en territorio ecuatoriano y la posterior crisis diplomática entre ambos países junto a Venezuela, reafirmó la existencia de elementos extranjeros en el conflicto en entre las FARC y el Estado Colombiano.
Que Hugo Chávez esté amparando a las FARC no es ninguna novedad, como sí lo es el establecimiento de sus bases en Ecuador.
Las informaciones provenientes de Colombia respecto a la existencia de lazos entre el segundo de las FARC, Rául Reyes, y el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien señaló a su par venezolano, Hugo Chávez, que fue “una masacre”, no hace más que ratificar los temores del aumento de la influencia de Chávez en la región.
Es comprensible que Ecuador reaccione ante el ingreso de tropas colombianas, pero la mayor pregunta surge del, para variar, verborreico discípulo de Castro, ¿Por qué ingresa Chávez en esta oportunidad?
La liberación de los rehenes de las FARC, gracias a la mediación de Chávez, obedece a un plan de “lavado de imagen” que el presidente venezolano está implementando luego de su derrota en las urnas. Una imagen más conciliadora y mediadora, menos agresiva, y “comprometida con la paz” (en realidad, está comprometido con La Paz).
Ocurre que en la relación entre las FARC y Chávez está el financiamiento de ésta, a cambio de que ellas le “sigan el juego” a su financista. Así, pese a todos los inconvenientes y mentiras de las FARC durante el proceso previo a la primera liberación de rehenes, Chávez apareció como el salvador de las negociaciones y el nuevo redentor de la región.
A continuación, el proceso se repitió con éxito, mientras Álvaro Uribe recibía con reservas la ayuda venezolana.
En este contexto, es que Chávez surge para defender a sus protegidos de las FARC y a su aliado político Rafael Correa. La muerte de uno de los más altos correligionarios del mandatario venezolano es un duro golpe para su estrategia, pues será acusado por las FARC de no anticipar el movimiento colombiano. Así es que hoy envió 10 batallones, 6.000 hombres a la frontera, mientras que Correa hace lo propio en la frontera colombo-ecuatoriana.
Uribe hizo lo que tenía que hacer. En una guerra como la que libra Colombia hace años, es necesario tomar las oportunidades disponibles para quebrar al enemigo. Prefirió eliminar al Nº2 de las FARC y tener un conflicto diplomático, que tener a Reyes transitando entre las fronteras para mantener su negocio cobarde de secuestros y asesinatos. Reyes (su alias) murió en su ley.
Finalmente, como siempre, nuestra presidenta tenía que salir a manifestarse… como siempre: “Colombia le debe una explicación a Ecuador y a toda la región”
A ver, Colombia sólo le debe una explicación a Ecuador, a nadie más. ¿La región?... ¿no es demasiada gente?, ¿no basta con que Chávez ingrese en el conflicto y largue su perorata anti estadounidense?
Una vez más, el Gobierno de Chile se mete donde no lo llaman. Sra. Bachelet, uno de los consejos básicos en la diplomacia es ser prudente. En este momento, Chile necesita el apoyo de Ecuador “Y” Colombia en el diferendo artificial marítimo creado por Perú.
Del 2000 a la fecha, hemos sufrido demasiados papelones diplomáticos. Por favor, Sra. Presidenta, no agregue otro más.

Saludos a todos,