Foro presidencial: Hirsch

Tal como lo anuncié ayer, hoy es el turno de Tomás Hirsch.

Vestuario. Hizo la diferencia con sus congéneres, aunque también usó la corbata roja. La camisa celeste y chaqueta clara reforzaron un look que lo hizo perder rigidez, cosa que se notó en cámara.

Con el desparpajo que caracteriza a quien no tiene nada que perder, entró relajado. Desde la perspectiva gestual, fue sencillamente superior a sus adversarios, aunque en ocasiones abusó de su confianza y se asemejaba más a un comercial de pasta de dientes o seguros de vida. El lenguaje corporal fue correcto y comedido. A casi una semana del encuentro, no recuerdo faltas.

Vamos al contenido.

Cuando hice el análisis de las propuestas de gobierno, señalé algunas características que se reafirmaron, como la ausencia de un discurso contestatario o violento. Todo dentro de lo más "moderado" del sector que representa, un botón de muestra es que mencionó la frase "derechos humanos" una vez ( y no en referencia a detenidos desaparecidos, tortura, como lo esperé) y la única referencia a los `70 estuvo en la mención a Allende en sus palabras finales... para pensar.

1. Delincuencia. Hirsch abrió el debate y cometió su primera falta. Pese a que usó una de las pocas frases ingeniosas que se escucharon "ir a la cárcel por robar un sacapuntas", hizo un diagnóstico acorde a su sector y respondió de modo muy general: más trabajo, participación y justicia, y menos represión. El carácter utópico del diagnóstico se plasma en la propuesta.
2. Desigualdad social. Plantea volver a las épocas estatistas... cuando habló de un Estado que garantice los derechos humanos fundamentales pensé que se refería a las generaciones de derechos humanos, tal como lo entiende la politología...¡qué iluso! otro más con "síndrome del ofertón". Aunque se desentendió del centro de la pregunta, creo que argumentó correctamente el tema del impuesto a las mineras, aunque dejaría a un lado la nacionalización. Sí me parece atendible que se exija a la inversión extranjera y nacional que sea sustentable ambientalmente y paguen impuestos como todos las personas naturales que habitamos Chile. pero hasta ahí.
3. Relación con EE.UU. Fue algo más "sagaz" que otro de los examinados en la ocasión e hizo la distinción entre gobiernos y pueblos, lo que, por lo demás, corresponde con la retórica de la izquierda más dura de América Latina, como se observa en los casos de Evo Morales, Felipe Quispe y Hugo Chávez, entre otros. Tal como era previsible, se refirió a Bush como terrorista. Sin embargo, lo novedoso es que plantea que la relación con EE.UU. debe mantenerse.
4. Concentración del poder económico. Otra falta. Cayó en el recurso obvio de atacar a la derecha y a la Concertación... divagó y no presentó ninguna propuesta. Mal aprovechada la oportunidad. Pensándolo bien, fue una pregunta a la medida para lucirse.
5. Integración con América Latina. Nada nuevo en el discurso latinoamericanista de la izquierda sudamericana. Lástima que no dijo nada concreto. Pudiendo sacar a colación temas interesantes como el tráfico de armas y drogas, migración ilegal, etc., prefirió referirse a Venezuela y nuestros vecinos inmediatos. Otro desperdicio.
6. Apoyo espiritual en ocasiones difíciles. Se fue por la tangente. Mencionó que "lo sagrado" lo veía en otros y que se apoyaba en los amigos. No hubo siquiera mención honrosa para la familia, etc. Se enredó en las palabras y no supo explicarse, se nota que no estaba preparado para esa pregunta.
7. Sistema de pensiones. La influencia que tiene a su derecha se hizo presente en esta respuesta, fue tan críptico como su vecina cuando habló de la difícil decisión que tomó cuando era ministra de Defensa (¡!) Por favor, alguien tenga la gentileza de explicarme eso de que "los trabajadores administren sus fondos, tengan representantes en el sistema previsional, y por supuesto el Estado y los empleadores deben ser solidarios y aportar en conjunto".

Hirsch desaprovechó la "entrevista compartida" y omitió propuestas interesantes como la de investigación y desarrollo. En lo personal tengo la sensación que la aparición dominical en un matutino bajo el título "nace una estrella" responde más a cálculos políticos que al verdadero desempeño del candidato. Cabe destacar que no teniendo nada que perder, salió bien evaluado y creo que es atribuible más a su soltura que a sus afirmaciones y juicios.

Espero sus comentarios.

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Saludos,