Doblajes... y una tesis aventurada

A menos de un mes de las elecciones, hay algo que comienza a intrigarme y que, por favor, pido que comenten para conocer otros puntos de vista. Pese a que los simpatizantes de la UDI pueda molestar estas palabras, creo que sería interesante su opinión. Se trata de un fenómeno que aunque tiene manifestaciones puntuales, puede tener consecuencias considerables.

Para nadie es un misterio que existe la posibilidad cierta de doblaje en las circunscripciones (donde se elige senador) 8 (Santiago poniente), 12 (VIII costa) y 19 (Duodécima Región). Los números dicen poco, pero los candidatos sí: Jovino Novoa, Carlos Bombal y Sergio Fernández, respectivamente; todos ellos caras tradicionales de la UDI. Ese es el primer dato.

El segundo dato está dado por el modo en que Cuadra salió de la Rectoría de la Universidad Diego Portales. Bastaron algunas palabras acerca de su actuación como Secretario General de Gobierno referentes al tema de Derechos Humanos en el Diario 7, para que se desatara un vendaval en la casa de estudios superiores y que, en menos de un mes, provocaron que el rector saliera sin siquiera ser juzgado por las instancias correspondientes. Ya que no soy ni fui alumno de la UDP, agradecezco desde ya los aportes.

El tercer dato es el mensaje que entregan los candidatos en la franja electoral: Jovino Novoa apela a la importancia de la verdad, reiterando implícitamente que es inocente en el caso Spiniak y utiliza como frase "La fuerza de la verdad"; Carlos Bombal implorando el voto con el slogan "Confíe en mí"; y Sergio Fernández casi resignado a que perderá el sillón en el senado con el lema "100% confiable", mientras destaca que es uno de los senadores con mayor asistencia.

Lo que tienen en común estos tres elementos es que son caras que pertenecieron al equipo político del gobierno militar: Novoa y Cuadra fueron subsecretarios de gobierno, y Fernández ministro del Trabajo y del Interior... todos ellos en la primera fila de los civiles acusados por violaciones a los derechos humanos y, junto a Carlos Bombal (alcalde de Santiago), altamente identificados como importantes personeros del régimen de turno. Creo que no es casualidad que pasen por un mal momento si consideramos los acontecimientos de los últimos meses en torno a la persona de Pinochet.

Mi sensación es que, dado que la justicia no ha tocado a los civiles que de uno u otro modo se presume participaron en las violaciones a los derechos humanos, enfrentan un castigo social de proporciones. Ello explicaría que apenas Cuadra se refiriera a su responsabilidad en los hechos posteriores a la venganza por el atentado a Pinochet, la universidad (académicos y alumnos) exigieran su destitución por un asunto moral, no judicial. Explicaría que Novoa fuera señalado como partícipe de las "fiestas" de Spiniak y puesta en duda su palabra por varios meses sin veredicto de la Justicia. Explicaría también que Sergio Fernández, primero senador designado y luego por Magallanes (con la tercera votación) se encuentre en una situación compleja.

La sanción social, en estos casos, castiga la credibilidad de los candidatos y, por ende, disminuye su capital político. Los atributos, en términos de imagen, del gobierno de Pinochet (cuentas bancarias secretas y violaciones a los derechos humanos) se están transladando a quienes participaron en él, mediante un efecto de halo, que eventualmente, los obligará a salir temporalmente del mapa político.

Si los tres son doblados, será inevitable el recambio generacional en la UDI y un cambio de fuerzas considerable en el Senado que, de triunfar Bachelet, uno de los primeros proyectos de relevancia mayor que verá será el de la modificación al sistema binominal.

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