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Análisis Político

Este blog tiene como fin analizar la contingencia política y económica chilena e internacional, publicar reflexiones y emitir opiniones dentro del marco que otorgan el sentido común, rigurosidad académica, libertad de opinión, tolerancia y principios éticos. Doy la bienvenida a todos aquellos que deseen leer, comentar los temas planteados e, incluso, preguntar. Saludos a todos, Rodrigo Hollmann F. Periodista y Cientista Político rholl@hotmail.com

jueves, mayo 25, 2006

Entre estudiantes y Fujimori, ¿qué fue de la libertad de expresión?

Luego de la resaca electoral, cuando queda a un lado la adrenalina que provoca involucrarse en contiendas políticas por conquistar votos, viene el momento de la reflexión. En mi caso, esa etapa ha durado un par de meses en que preferí guardar silencio hasta que los hechos comenzaran a manifestar lo que se avizora en el mediano plazo.

Recién estrenado el nuevo gobierno, Bachelet ha tenido que sortear algunas “turbulencias” que me están preocupando y que involucran la libertad de reunión y expresión. Según la Constitución y la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, nadie puede ser discriminado por su sexo, religión, raza u opinión política, pero paulatinamente la posibilidad de opinar está siendo relegada a lugares secundarios.

Ciertos comuneros mapuches (que, por cierto, no son santos de mi devoción), iniciaron huelgas de hambre, demandando la rebaja de penas a sus sentencias provocadas por acciones terroristas, asociación ilícita, destrucción de la propiedad privada, etc. elija usted el delito. Si se debió o no aplicar la ley antiterrorista es discusión que dejo a los expertos en derecho; sin embargo, el efecto que provocó en el gobierno y la sociedad recién se está mostrando. El gobierno, en un doble juego, cedió ante los manifestantes y quebró uno de los principios que sustenta, cual es, no negociar bajo amenazas ni presión. El doble juego al que me refiero es que accedió a negociar, envió un proyecto de ley al Congreso, pero sin carácter de urgencia o discusión inmediata.

Las dos cosas graves que percibo son: 1) con algunos sí se puede negociar bajo presiones, y 2) aprovechamiento de las libertad de opinión, expresión y reunión.

Esto, por supuesto, dio pie, para que los estudiantes se subieran al carro que la misma autoridad inauguró cual puente pre-electoral (digo, por lo precario). Estamos en mayo y los estudiantes secundarios exigen que sean escuchadas y aceptadas peticiones que, en lo general, son bastante válidas. Hay que reconocer que los “niños” partieron bastante mal al aceptar la violencia y vandalismo como vía de negociación durante abril y principios de mayo: se deslegitimaron como grupo ante la sociedad. No obstante, optaron por un camino menos violento, pero no menos llamativo.

Las tomas y paros que protagonizan los escolares secundarios siguen la senda de las manifestaciones universitarias más pacíficas y, de todos modos, menos violentas que las mapuches. El camino, reitero, fue abierto por el gobierno que mostró mano blanda y que, en actitud condescendiente, aceptó negociar con un grupo violentista. En este momento, el gobierno no puede ser tan descarado como para seguir con esa premisa que ella misma destruyó. Por ello, tiene que entender que una manifestación estudiantil puede dar paso a expresiones mayores que le será difícil encausar, debe usar la inteligencia, sicología y tino suficiente para negociar con los estudiantes y enmendar la ruta de la estupidez en que el secretario ministerial de Educación adoptó tras ningunear a los estudiantes señalando que “no hay que olvidar que no estamos negociando con adultos, sino con adolescentes”. Dos por el precio de uno: acepta que está negociando y olvida que estos “adolescentes” han mantenido (por ahora) la compostura y madurez suficiente como para no andar quemando vehículos, disparando a Carabineros con escopetas ni destruyendo edificios públicos o privados.

Para colmo, hace unos días cometieron el "crimen" de reunirse en Plaza Baquedano (comúnmente conocida como Italia) y antes que pudieran gritar una consigna, fueron dispersados por la fuerza. ¿Y la libertad de opinión y reunión? Muy bien, gracias. ¿Por qué sí pueden hacerlo en el sur para destruir a destajo?

Era sabido que Fujimori iba a ser un elemento incómodo desde que fue arrestado en Chile. El ex gobernante, acusado de diversos delitos en su país (delitos que, dicho sea de paso, no han podido ser comprobados para efectos de su extradición), logró la libertad provisional después de varios meses. Hasta aquí todo enmarcado en la normalidad hasta que a Fujimori (aclaro: en lo personal no me simpatiza, como diría el chavo del 8) se le ocurrió la mala idea de opinar.

Sabemos que Perú es especialmente sensible en su época electoral y todo lo que venga de Chile lo percibe como incómodo y hostil. Está a la vista que, para Perú, Chile es un tema actual, lo que se demuestra en que tanto al candidato Humala (a mi parecer, nuevo recluta de Chávez, sicótico, ultranacionalista, obtuso e intolerante que tiene como fetiche atacar a Chile) como a García (quien logró algo tan impensable como arruinar a Perú) les provocó tanta urticaria las palabras de Fujimori, como al presidente Toledo. Tanto así que se solicitó al gobierno chileno, mediante nota diplomática, hacer callar a Fujimori.

Ante tan descomunal ¿? presión, nuestra presidenta no halló nada mejor que llevarle el amén a Toledo y argumentando que interfería en las relaciones bilaterales y pidió a la Corte Suprema que lo hiciera callar. Analicemos un poco este numerito:

  1. Perú no tiene el menor derecho de solicitar algo así, puesto que es una persona que está procesada por la justicia chilena en territorio chileno. En breve, esto es un intromisión en los asuntos internos de otro estado.
  2. Fujimori, aunque a nadie le guste, está protegido por la Constitución de Chile y, por si no fuera suficiente, por la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
  3. Nuevamente, Bachelet acepta presiones, pero esta vez externas.
  4. El gobierno ignora que estamos en estado de derecho. No tiene sentido solicitar a otro poder del Estado anular los derechos civiles de una persona. ¿Irá a hacer lo mismo con los estudiantes? ¿declarará estado de excepción constitucional?. Lo mejor fue la respuesta de la Corte Suprema: no existen instrumentos jurídicos para poder cumplir con el requerimiento.

Entiendo que Bachelet pueda no tener la más peregrina idea del papel del Banco Central en la política monetaria, pero no le voy a aguantar que no sepa que la libertad de expresión está consagrada por la constitución que ella juró cumplir hace menos de tres meses. Estaría bueno que alguien le haga un resumen o le regale una presentación con diapositivas.

En estas pocas semanas ya tengo claro que esa “vocación” por la participación ciudadana no fue más que otra promesa electoral. Ella emplazó a los estudiantes a manifestarse con la cara al descubierto, y los ellos lo hicieron ¿lograron ser escuchados?, no. Fujimori está en un país con estado de derecho, ¿puede hablar libremente?, no. Una ministra dice una idiotez monumental y ¿cuál es la respuesta? una agresión verbal.

Qué triste.

Saludos a todos,

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